El circuito de drones es una de las novedades de esta 25 edición de la cita tecnológica, con 3.200 metros cuadrados en los que compiten 10 pilotos de carreras

Expertos en drones están impartiendo durante la Euskal Encounter talleres de iniciación y cursos de fabricación, normativa de vuelo y pilotaje

Diego de la Fuente, piloto de drones, afirma que gracias a las gafas que permiten visionar las imágenes de la cámara que porta el dron, la sensación es la de "sentirse como un pájaro"

La alta demanda de pilotos profesionales de drones se está encontrando con la escasez de personas cualificadas para utilizar estos aparatos, capaces de realizar tareas de rescate y salvamento, control de incendios y prevención de desastres naturales

La Euskal Encounter 25 ha estrenado en esta edición una nueva zona, un circuito de drones de 3.200 metros cuadrados que está albergando carreras de pilotos, demostraciones de profesionales y talleres formativos. Sus responsables destacan la alta demanda de pilotos cualificados, que sin embargo choca con la escasez de personas preparadas para manejar estos aparatos, utilizados en labores de rescate y salvamento, control de incendios, vigilancia y prevención de desastres naturales, entre múltiples tareas.

Los organizadores de esta nueva sección se han mostrado muy satisfechos por los resultados. Las carreras de drones han congregado a muchos aficionados, atraídos por la impresionante habilidad de los pilotos y por la velocidad de sus aparatos, capaces de superar los 200 kilómetros por hora y acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en segundo y medio.

Los pilotos, ante la enorme velocidad de sus aparatos y la extensión del circuito, deben pilotarlo con gafas especiales que les transmiten las imágenes que graban las cámaras de los drones. Uno de ellos, Diego de la Fuente, resume así la sensación que disfruta durante las carreras: "Es sentirse como un pájaro". El público también ha podido asombrarse con los giros, las vueltas y los zigzags de los drones a través de una pantalla gigante que proyectaba las imágenes de todos los participantes.

De igual forma, expertos y profesionales han impartido cursillos de iniciación a diario, en los que se han participado asistentes a la Euskal Encounter, quienes también han podido entrenar con un simulador de vuelo virtual. Los talleres han incluido temáticas como la estricta normativa que regula el uso de los drones y de las exigencias de seguridad, con especial hincapié en las posibilidades profesionales que se abren en inspección de incendios, seguridad, vigilancia de infraestructuras, agricultura inteligente, fumigación, topografía, limpieza, rescate y vigilancia, entre muchos otros usos. Como resume el piloto profesional José Fernández, de Katdrone, "la pregunta es qué es lo que no puede hacer un dron".

Hackathon

Entre las múltiples actividades de esta edición, ayer domingo dio comienzo el Hackathon de Big Data. En su tercera edición del Hackathon, los participantes tienen como reto desarrollar un proyecto que mejore el mundo a través del Big Data, con total libertad para elegir su propuesta. Entre los asistentes se encuentran emprendedores que utilizan el Hackathon para dar comienzo a su proyecto y crear una startup, así como jóvenes aficionados a la temática con ganas de conocer gente y establecer contactos y personas con una gran experiencia profesional que buscan recursos innovadores durante el evento.

Las ponencias se han llevado a cabo de la mano de José Antonio del Moral, fundador de startups 2.0 y pionero de negocios en internet en Euskadi, quien ha subrayado el impacto del Big Data en prácticamente todas las líneas de negocio actual, en especial en las redes sociales.

El segundo ponente, Miguel Ángel Manrique, consultor en marketing digital y analista web , ha explicado a los concursantes cómo hacer un modelo de negocio con Canvas y ha narrado su experiencia profesional a la hora de crear una empresa.

La party, organizada por Euskaltel Konekta con el patrocinio de Euskaltel y del Gobierno Vasco a través de SPRI, cumple ya su tercer día con una cargada agenda de actividades y un fenomental ambiente.